Si tenemos en cuenta que todos nuestros tejidos (muscular, óseo, conectivo, etc.) necesitan de una correcta irrigación sanguínea e inervación, también debemos ser conscientes en todo momento de que las vías de llegada hasta el último rincón de nuestro cuerpo, tanto de sangre (sistema vascular), como de impulso nervioso (sistema nervioso) deben estar siempre libres. También sabemos, que debido a posturas incorrectas y estáticas, sedentarismo, lesiones musculares o ligamentosas y sobre todo por somatización (las mas frecuentes en la actualidad), nuestra musculatura reacciona contracturándose, llegando a provocar desequilibrios importantes del aparato locomotor, e incluso disfunciones orgánicas.
Los efectos de una contractura a cualquier nivel son inmediatos, aunque en ocasiones el afectado no sea consciente de ello, ya que el organismo tiende a compensar activando otras zonas musculares a modo de autoprotección.
Los efectos de una musculatura atrofiada o con bajo tono son:
- Falta de potencia muscular considerable.
- Fragilidad de sus fibras con gran riesgo de lesión.
- Importante desequilibrio en su función principal de sustentar la estructura ósea del ser humano, con el consecuente desequilibrio y desgaste articular y las patologías crónicas asociadas al mismo, como artrosis, dolor articular generalizado, degeneración de cartílagos, pérdida de grosor de discos intervertebrales…
- A nivel estético, las formas anatómicas se reducen, ya que el volumen muscular que potencia dichas formas se va perdiendo, quedando formas rectas e anti estéticas.
Los principales efectos de una contractura son:
- Compresión de ramas nerviosas, provocando una inervación deficiente y dolor reflejo en cualquier punto del plexo nervioso afectado. Este dolor a su vez también hará que aumente la reacción muscular para proteger dicha zona, provocando nuevas contracturas. La sensibilidad y la fuerza de la musculatura disminuyen de una forma considerable en las zonas afectadas.
- Compresión sobre todo el sistema vascular, evitando así que el intercambio de oxígeno y nutrientes a nivel celular sea el adecuado. Esto provoca una fatiga muscular constante, dolor por congestión de los vasos sanguíneos, e importante limitación de movimientos y rigidez en general.
- Compresión de los canales linfáticos, provocando acumulación de toxinas en los tejidos y retención de líquidos en los espacios intersticiales, sobre todo en extremidades inferiores.
Si observamos con detenimiento los dos efectos más importantes de las contracturas, apreciamos que se convierte en un círculo vicioso. A mas dolor, mayor reacción muscular que a su vez provocará mas compresión y mas dolor.
¿Como romperemos este círculo vicioso?. La respuesta la tenemos en el masaje profundo con BELLACTION DÚO. Una vez eliminadas las contracturas, habremos conseguido restablecer de nuevo la circulación sanguínea y linfática así como el impulso nervioso en todas las zonas afectadas, consiguiendo así una rápida recuperación funcional de los tejidos. La movilidad volverá a ser incluso mejor que antes a nivel general y el dolor desaparece por completo. Tanto los movimientos como la sensibilidad quedarán totalmente restablecidos en todas las zonas.